martes, 23 de septiembre de 2008

Opinión política y política cultural

"Un gran terremoto -el de 1746-, el mayor que sacudió Lima a lo largo de los tres siglos de su historia colonial, es un suceso que genera una asombrosa cantidad y variedad de documentación: la gente manda cartas a sus amigos contándoles a sus amigos lo sucedido; los eruditos locales escriben largas crónicas en las que nos enteramos de parte de lo que se predicaba en los púlpitos o lo que se gritaba en las procesiones, los funcionarios redactan informes sobre la situación de la ciudad, de sus vecinos y sus propiedades; las autoridades emiten bandos, proclamas y órdenes; los envidiosos clavan libelos en las puertas de las iglesias; los afectados remiten a la corte largos memoriales suplicando el alivio de sus carencias y, por encima de todo, casi nadie se escapa de pleitear con el vecino por mil y un motivos."

(Pablo Emilio Pérez-Mallaina Bueno, Sevilla-Lima 2001.*)

Este texto adquiere entre nosotros y nosotras una asombrosa vigencia para el quinquenio político peruano del 2006 al 2011 luego del terremoto del 15 de agosto del 2007 que devastó la Región Ica y áreas aledañas, dado que ahora la sociedad civil tiene las más diversas maneras de acceder tanto a las fuentes de información como a los medios de comunicación. La inferencia inmediata de esta situación es influir en el proceso de reconstrucción a través de los mecanismos de la democracia participativa y muy especialmente teniendo en cuenta referentes internacionales en relación a la política cultural dentro de la política general peruana.

El artículo “El Señor en vilo” por Enrique Hulerig publicado en SOMOS, no. 1136, revista sabatina de El Comercio de Lima, el 13 de septiembre del 2008, abre una gama de posibilidades para esclarecer la relación entre los formadores de opinión política de los distintos medios de comunicación capitalinos y la toma de decisiones públicas en asuntos de política cultural en relación a la demolición o recuperación de las edificaciones -monumentos- luego de este sismo.

Pérez-Mallaina, historiador español, nos ha hecho varias preguntas a partir de los sucesos ocurrido hace doscientos cincuenta y cinco años y que ahora adquieren especial vigencia: La frase: La tierra tiembla, afloran las tensiones, nos remite a la corrupción que se manifiesta inicialmente en la demolición y reciclaje de los materiales y la especulación con el precio de los alimentos para luego dar paso al reordenamiento territorial y la construcción de casas y demás edificios. Esta es la línea conductora entre ambos terremotos tiene muy diversas maneras de denunciar la falta de honradez que aparece luego de los terremotos y que -por supuesto- también se hizo presente en Lima luego del sismo del 30 de mayo de 1940 así como los movimientos telúricos que le siguieron en el Cuzco, Callejón de Huaylas solo para mencionar aquellos del siglo XX.

A lo largo del siglo XX en el mundo próspero se ha ido perfeccionando la capacidad de la población afectada para hacer cumplir las leyes anticorrupción así como las normas sobre transparencia y libre acceso a la información ya que son el mejor instrumento para hacer posible un trabajo de reconstrucción honesto. Este desenvolvimiento democrático tiene un momento trascendental luego del terremoto que el 27 de septiembre de l997 destruyó Asís, la pequeña ciudad italiana donde vivieron San Francisco y Santa Clara en el siglo XII y que conservaba su apariencia medieval. Han trascurrido más de diez años y estos santos lugares para católicos y católicas así como sitios históricos de paz y solaz para agnósticos y agnósticas han recuperado su apariencia medieval porque se tuvo en cuenta las recomendaciones de UNESCO relativas al patrimonio cultural de la humanidad dado que tanto Italia como la Santa Sede son estado parte de las Convenciones dadas al respecto en 1970 y 72.

En nuestro país se ha evadido tomar en cuenta esta normatividad conservacionista internacional como pudo comprobar el arquitecto Rodrigo Córdova Alemán, miembro de ICOMOS Perú en agosto del 2008, informándonos al respecto que:

[…] a las iglesias Santa María del Socorro (Ica) y Virgen de las Nieves (Ica, distrito La Tinguiña) el Instituto Nacional de Cultura/INC les había retirado su condición de monumento para proceder a su demolición.

El arquitecto Cordova también recorrió parte de la ciudad de Ica y pudo comprobar que muchos de los terrenos donde existieron monumentos de la arquitectura civil doméstica, sólo existen terrenos baldíos que aún siguen siendo nivelados con maquinaria pesada. En otros ya se han levantado edificios y en el terreno donde estuvo el monumento ubicado en el Jr. Bolívar 818 esquina con el Jr. Ayabaca se viene construyendo un centro comercial con al menos dos pisos de alto. Esta edificación comercial se encuentra a dos cuadras del Santuario del Señor de Luren. […]

Los medios de comunicación han presentado mayoritariamente la demolición como válido hilo conductor de la política cultural del INC de estos días, sin embargo, como aquí se presenta en apretadísima síntesis en el mundo a principios de un nuevo milenio; la conservación cultural, la veracidad histórica y la lucha anticorrupción son los rasgos relevantes para generar prosperidad.


Mariana Mould de Pease
2da. Vicepresidenta de ICOMOS Perú


* Retrato de una ciudad en crisis. La sociedad limeña ante el movimiento sísmico de 1746. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Escuela de Estudios Hispanoamericanos. Pontifica Universidad Católica del Perú. Instituto Riva Agüero.

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