A sólo 6 km. del Centro Ceremonial Cahuachi comprobamos la contradicción de la preservación de nuestro patrimonio cultural.
El mencionado sitio arqueológico se encuentra bien conservado, producto de la continuidad de esfuerzos de varias décadas en las que profesionales de varias nacionalidades han aportado al logro de ello.
Sin embargo y a pesar que las Líneas y Geoglifos de Nasca y Pampas de Jumana han sido declaradas Patrimonio Mundial por UNESCO en el año 1994, desde mediados del año pasado (2009) importantes geoglifos identificados por el INC vienen siendo destruidos producto de lotización de terrenos eriazos. Las lotizaciones empiezan cerca de la Panamericana Sur (a la altura del aeropuerto de Nasca) y se proyectan hacia Cahuachi por 16 Km. Las evidencias gráficas tomadas desde Google Earth, son prueba de lo que viene ocurriendo.
Ante la indiferencia de las autoridades y las recientes denuncias de tráfico de terrenos, es propio preguntarse:
¿Es posible que nuestras autoridades no puedan hacer algo por la defensa de nuestro patrimonio nacional?
¿Es posible que no se pueda comprender las posibilidades que nuestro patrimonio cultural pueden brindar a nuestro desarrollo?
¿Es posible que tengamos que esperar que la comunidad extranjera tenga que interesarse por lo nuestro para que nuestros vestigios prehispánicos tengan un mejor trato, si es que éste antes no ha desaparecido por la incuria de los peruanos?
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